Las tiendas online nacieron con el propósito fundamental de agilizar y hacer más sencilla la compra de nuestro cliente. Si antes, el cliente debía desplazarse al lugar dónde se vendía el producto, compraralo y volver a desplazarse hasta su casa, con el mundo online le dimos la libertad de que «fácilmente» -destacamos la palabra- adquiriera los productos desde el sofá de su casa.
Últimamente las tiendas online se están convirtiendo en pruebas de resistencia y gymcanas de paciencia para el usuario.
Cuántas veces nos hemos quebrado la cabeza con qué nombre de usuario está disponible. O nos hemos preguntado por qué el pago por tarjeta nunca funciona a la primera. El dichoso captcha de verificación de si eres un bots. Y lo que más nos desespera: Se cae la conexión con la página y hay que volver a empezar de nuevo.
Un sinfín de problemas y trabas que al final nos hace preguntarnos. ¿De verdad nos merece la pena comprar online? ¿No puede ser tan fácil como cuando vamos al supermercado?
Muchos de estos problemas podemos arreglarlo con mejoras en nuestra tienda online:
- Genera un nick para tu usuario con los datos de su correo y su nombre, acertará a la primera
- Incorpora varias formas de pago, así como la posibilidad de pagar con la plataforma PayPal
- Puedes aumentar la velocidad de carga de tu tienda online
- Si tienes tienda física, incluye la recogida en tienda en los tipos de envíos, tus clientes te lo agradecerán
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